Así convierten los usuarios de Íntegro un tapón de plástico en una bonita maceta

2022-10-14 19:46:14 By : Ms. YH Chen

Si tiene a mano algún artículo de plástico (una botella, unos chicles, un bote de gel o champú...), cójalo. Fíjese que en alguna parte de ese ítem encontrará un triángulo formado por tres flechas -el símbolo internacionalmente asociado al reciclaje- y en su interior habrá un número. Si ese número es 2, 5 o 6 sepa que puede depositar ese producto en alguno de los contenedores blancos que hay repartidos por la Costa da Morte y, después, los usuarios de Íntegro los revalorizarán y convertirán en bonitas macetas, llaveros, pulseras, mosquetones o incluso listones para la fabricación de papeleras o mobiliario urbano. Esa es la esencia del proyecto Diversiplás + Diverso -Plástico, que la entidad con sede en Cabana desarrolla desde hace dos años y que persigue no solo la protección del medio ambiente, sino también que sus usuarios adquieran una serie de capacidades que les sean útiles en el mundo laboral.

Financiado con fondos europeos a través de una ayuda del GALP Costa da Morte, el proyecto cuenta con una red de colaboradores que incluye concellos, cofradías o asociaciones de profesionales de la pesca. A todos ellos se les está terminando de entregar una serie de contenedores específicos de color blanco en los que se pueden depositar los residuos plásticos, unos desperdicios que después son limpiados, clasificados y transformados por los propios usuarios del centro. Todos están implicados, los 45, ya que la iniciativa afecta transversalmente a toda la actividad de la asociación.

Varios usuarios de Íntegro con dos de sus monitoras, Vanesa y Nieves Ana García

Noelia Barreira, directora del Centro de Recursos de Íntegro, explica que solo recogen plásticos de tres tipos -números 2, 5 y 6- porque son los que pueden revalorizar con la maquinaria de la que disponen. En el momento del clasificado, los usuarios les retiran las etiquetas que puedan llevar pegadas, los ordenan por color y número y los descartados, o bien los depositan en algún contenedor amarillo o, si el problema es que los envases no especifican el tipo de plástico que son, los envían a un laboratorio de Ferrol para que los analicen. Lo ideal es que los ciudadanos depositen los residuos lo más limpios que puedan en los colectores, para así no malgastar recursos tan valiosos como el agua necesaria para retirar, por ejemplo, restos de alimentos o cosméticos que ya se han secado y son difíciles de eliminar.

Macetas elaboradas con plástico revalorizado Ana García

Tras el proceso de clasificado, llega la transformación. Para ello disponen de tres máquinas que importaron de Francia y que tienen en una nave de Baio mientras no termina la remodelación de una sala que servirá como taller en su sede de Nantón. En este caso, han formado a seis usuarios del centro para su manejo, ya que la utilización de estos aparatos ha de hacerse con precaución y mucha precisión, dado que alcanzan temperaturas de hasta 200 grados.

Por el momento disponen de una trituradora, que desmenuza los residuos en pequeños fragmentos; una extrusora, en donde introducen esas piezas y mediante un proceso de fusión y prensado va saliendo el plástico caliente en forma de churro, y una inyectora, que inocula el plástico en unos moldes de aluminio para que adopten la forma de una maceta o un mosquetón, por ejemplo.

Así sale el plástico que se introduce en la trituradora Ana García

Toni, usuario del centro, introduce el plástico ya triturado en la extrusora Ana García

Moldes que utilizan para la inyectora, con la que elaboran macetas, bolas para pulseras o mosquetones Ana García

Una vez enfriadas, con esas piezas elaboran productos para la comercialización directa o para la utilización en su centro especial de empleo Máis Porvir , a través del cual prestan servicios como asistencia personal, limpieza viaria o mantenimiento de mobiliario urbano. «Cos listóns de plástico que obtemos podemos facer, por exemplo, bancos ou papeleiras que serán moito máis duradeiros que outros materiais, como pode ser a madeira, e que requerirán menos mantemento », comenta Noelia Barreira, que insta a no demonizar al plástico en general, «xa que o problema está nos que son dun só uso ». Toni Castiñeira, integrante de la entidad que aparece en las imágenes anteriores, es uno de los usuarios capacitados para el manejo de las máquinas de transformación, aunque por su trabajo en Máis Porvir no puede dedicarle tanto tiempo como le gustaría. Disfruta de esas labores, dice, así como de la interpretación, pues forma parte de la Escola Municipal de Teatro de Zas desde hace varios años.

¿Y qué les aporta a los usuarios todo este trabajo? Pues además de facilitar la adquisición de «habilidades prelaborais », apunta la directora, también les ayuda en «aspectos como a coordinación motora ou visomotriz, a prestar máis atención, a aprender a discriminar certos produtos por cor ou valor numérico... ». En general, asegura, están muy sensibilizados con la causa y se implican en otras actividades complementarias, como la limpieza de playas. Y es que la protección del medio ambiente es algo por lo que vienen apostando desde mucho antes del nacimiento de Diversiplás. «Na entidade hai esa cultura: facemos dende hai anos reciclaxe de papel e cartón, separamos residuos orgánicos, temos un composteiro, facemos divulgación.. », sostiene Noelia.

Una usuaria de Íntegro recorta unos envases de plástico en el proceso de clasificación Ana García

Diversiplás se inspiró en las ideas del joven ilustrador holandés Dave Hakkens y su proyecto Precious Plastic, que hoy día se ha convertido en un movimiento internacional al que se han adherido decenas de entidades de todo el mundo (como se puede comprobar en este mapa interactivo). «Esa filosofía sostén que non fan falta grandes coñecementos nin moitos recursos para a revalorización dos plásticos, só se precisa vontade. Na súa páxina ten colgados, por exemplo, os deseños das máquinas que estamos empregando para que calquera as poida fabricar », indica Noelia. No hay patente, ni hay ánimo de enriquecerse: «Trátase de crear unha comunidade e ir mellorando entre todos, colaborando ».

Una vez finalizado el reparto de contenedores blancos a concellos, cofradías y otras entidades pesqueras, les entregarán las primeras remesas de productos que elaboren con los plásticos recolectados en esos territorios. «Queremos que se vexa que o que se recolle, ten unha finalidade. Tamén queremos implementar iniciativas paralelas como talleres de reciclaxe ou concienciación », señala la directora del centro.

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